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Realizado por el Grupo 2 de Administración de Centros de Procesamiento Electronico de Datos de la UNESR - Nucleo Valles del Tuy
Yormar Farfan, Raul Borrero, Jesus Pimentel, Frank Hermandez
Yormar Farfan, Raul Borrero, Jesus Pimentel, Frank Hermandez
23 de octubre de 2015
Integración de los Sistemas
Actualmente en las empresas hay desplegados multitud de sistemas informáticos. Cada uno de ellos responde a una necesidad percibida por la empresa en un momento dado. El problema es que con el tiempo el número de aplicaciones informáticas se ha ido incrementando rápidamente. En muchos casos, el disponer de numerosas aplicaciones informáticas se convierte en un problema más que en una solución. Normalmente todos estos sistemas informáticos son independientes entre sí, no se comunican, por lo que la información utilizada por cualquiera de ellos en un momento determinado no es compartida por el resto, y ni mucho menos tiene por qué ser la misma información con la que se está trabajando en las demás. La Información es lo que mueve a la Empresa, ya sea en la dirección correcta o con rumbo equivocado. Es crucial que todo el mundo dentro de la compañía trabaje con la misma información, lo contrario supone incurrir en errores y reprocesos, con los costes económicos y no económicos que ello supone. La integración de sistemas consiste “simplemente” en conectar distintas aplicaciones informáticas con la intención de que la información sea compartida entre ellas. El objetivo de la integración de sistemas es doble.
Por un lado se pretende que todo el mundo trabaje con la misma información, es decir, que la información con la que un usuario está trabajando en una aplicación determinada sea la misma con la que otro usuario dado está utilizando en otra aplicación distinta. De esta manera lo que conseguimos es evitar errores y reprocesos por estar trabajando con datos distintos. Por otro lado conseguimos también, mejorar la eficiencia, no sólo por evitar errores y reprocesos, sino porque la integración nos quita de realizar la misma tarea más de una vez, es decir, introducir los mismos datos o información varias veces y distintas aplicaciones. Además, cuando esta tarea no se realiza de forma automática y requiere de la intervención humana, se crea un cuello de botella, que a menudo es también una fuente de errores. Cuando existe una correcta integración de sistemas, todo esto no sucede, y se maximiza el valor de la información, evitando realizar esfuerzos en tareas de coordinación y organización de la información.
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